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Punto G: las mejores posiciones para estimularlo

Punto G: las mejores posiciones para estimularlo

El punto G, ese codiciado punto del placer, que muchos sexólogos sitúan en el interior de la vagina, en una cavidad situada a pocos centímetros de la entrada. ¿Cómo encontrarlo? Aquí nos ayuda el Kamasutra con algunas posiciones perfectas para estimularlo de la mejor manera.

La amazona

Un clásico, y como todos los clásicos, no puede faltar. Estás encima de él y manejas la situación a tu ritmo. Trata de marcar el ritmo al estilo de una guerrera amazona, moviendo la pelvis hacia adelante de manera rítmica; deberías, en poco tiempo, rozar repetidamente el punto G, logrando una explosión orgásmica. Esta posición suele prolongar la duración del hombre, que deberá permanecer recostado (aunque no demasiado con las piernas). Despliega toda la pasión que tienes dentro y... ¡A galopar!

El puente

No es una de las posiciones más cómodas, pero sin duda es de las más eficaces. Él está recostado en la cama con la espalda apoyada en dos o tres almohadas (casi sentado), tú lo envuelves con las piernas y te recuestas hacia el suelo formando un puente, apoyándote con las manos. Los movimientos de pelvis serán mínimos, pero la penetración será profunda y directa. El punto G será rápidamente localizado y estimulado con pequeños movimientos, casi imperceptibles pero muy excitantes. Estar tan cerca el uno del otro en esta postura lgo inusual estimulará tu libido, llevándote a orgasmos múltiples. ¡No exageres y cuidado con la espalda!

La amazona a la inversa

La versión posterior de la clásica amazona. Él está acostado en la cama, tú encima dándole la espalda. Los movimientos de tu pelvis serán clave para encontrar el roce más apasionado hacia el punto G. Él podrá acariciar tus glúteos y espalda de manera simultánea, con masajes, suaves golpecitos y caricias. Asegurados escalofríos de placer en una posición que penetrará hasta el fondo de tu libido.

La unión acrobática

Para realizar esta posición deberás ponerte en el papel de una acróbata circense, lista para explorar la excitación más intensa. Él está sentado en la cama y se apoya con los brazos hacia atrás; tú llevas tus piernas sobre sus hombros, moviéndote al unísono para una penetración que ofrece sensaciones incomparables. Es cierto que puede no resultar fácil de realizar al principio, pero con algo de práctica no tendrás problemas. Las piernas elevadas permitirán una intensa estimulación del punto G. Es incómoda, sí, ¡pero increíblemente intensa! ¡Que comience el espectáculo!

El taburete

Una posición casera muy excitante y fácil de realizar. Todo lo que necesitas es un taburete, o incluso una silla puede servir. Él está sentado (es importante que toque el suelo con los pies) y tú te sientas de espaldas a él. Decide cómo quieres manejar la penetración, si prefieres mover la pelvis o dejar que él tenga libertad de movimiento. No exageres, el punto G está al alcance, pero sin la coordinación adecuada, podrías no alcanzarlo. Besos en la espalda y los glúteos, junto con suaves mordiscos y caricias, son casi obligatorios. ¿Quieres acomodarte?

El flexible

Similar a la unión acrobática pero con los papeles invertidos. Están en la cama, él recostado con la espalda hacia el suelo y sosteniéndose con las manos, mientras tú te colocas encima, con la pelvis proyectada hacia adelante y los brazos extendidos hacia atrás. Muévete lentamente con pequeños movimientos, avanzando hacia el borde de la cama y luego volviendo atrás. Un ir y venir sensual dirigido a alcanzar el máximo placer en la intimidad femenina. Es cierto que él podría sentirse un poco incómodo, pero no se decepcionará.

La posición permite un contacto profundo e intenso, brindando increíbles (y flexibles) sensaciones a ambos.

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